sábado, 7 de diciembre de 2019

Áreas turísticas de España


El documento objeto de comentario se corresponde con un mapa corocromático de las áreas turísticas de España.

Tal y como se puede observar, las áreas turísticas están representadas con diferentes tonalidades según su densidad, siendo las más claras, en el interior, las menos turísticas, y las más intensas, en el litoral y las islas, las que registran la densidad más alta. Andalucía, con letras en mayúscula, vendría a ser una comunidad especialmente turística, mientras que Cataluña, Comunidad Valenciana y Región de Murcia, con letras en minúscula, serían comunidades turísticas de temporada. Cabe destacar las ciudades históricas del interior (León, Burgos, Zaragoza, Valladolid, Salamanca, Segovia, Ávila, Madrid, Toledo, Cáceres, Córdoba, Sevilla y Granada), así como los centros turísticos costeros (Gijón, Santander, Calella, Lloret del Mar, Salou, Málaga, Torremolinos, Marbella, Puerto de la Cruz y Las Palmas). Así, el mapa es fiel reflejo de una estructura espacial del turismo marcada por los contrastes y las asimetrías debidas a la variada condición geográfica del territorio español y el carácter hegemónico del atractivo sol-playa en el conjunto de las motivaciones del turismo masivo.

El turismo comprende el conjunto de actividades que las personas realizan durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su ambiente habitual, por un período consecutivo inferior a un año, con finalidades de placer, negocios u otras. Los orígenes del turismo se remontan al siglo XIX, cuando burgueses y nobles se dedicaban a recorrer los países más importantes de Europa en el Grand Tour y a contar sus experiencias en las guías de viaje. Con el final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el aumento de las rentas de las familias de clase media, la libre disponibilidad de tiempo y dinero para actividades de recreo y la mejora de los transportes y las comunicaciones permitirían el despegue del turismo moderno hasta convertirlo en un pilar básico de las economías nacionales. Actualmente, el turismo es sinónimo de la riqueza y el progreso de un país, ya que los beneficios revierten en una mayor cualificación profesional de la mano de obra, la mejora en transportes y comunicaciones, el aumento de la oferta hotelera, la recuperación de espacios rurales en crisis, la conservación del medio natural y el apoyo decidido por parte de organismos específicos como la Organización Mundial del Turismo, dependiente de la ONU, con sede en España. Los principales países emisores de turistas son Estados Unidos, Alemania y China, mientras que los principales destinos oscilan entre los países desarrollados (Estados Unidos, España, Francia, etc.), los países en vías de desarrollo (India, Indonesia, Tailandia, etc.) y los países subdesarrollados (Marruecos, Egipto, Nepal, etc.), que dependen en gran medida de un turismo en constante cambio (turismo de invierno, turismo rural, turismo de naturaleza, turismo cultural, turismo gastronómico, turismo religioso, turismo de balneario o salud, etc.). En cualquier caso, el turismo transforma física, social y culturalmente los espacios donde tiene gran implantación, llegando, en ciertos casos, a alterar el equilibrio ecológico y amenazar las formas de vida tradicionales de una comunidad, como en el caso de Venecia.

El turismo en España supone uno de los pilares básicos de la economía, siendo el segundo país más visitado del mundo después de Estados Unidos. Los orígenes del turismo en España se remontan a la creación en 1905 de la Comisión Nacional de Turismo, encargada de dar a conocer el patrimonio nacional a los extranjeros, y, en 1928, el Patronato Nacional de Turismo, encargado de la creación de la red de paradores de turismo. Con la puesta en marcha de los Planes de Desarrollo en 1959, España, alentada por el crecimiento económico posbélico y la relativa estabilidad política y social de Europa occidental, apostó por el desarrollo del turismo mediante la mejora de los medios de transporte y comunicación; la promoción del atractivo climático, paisajístico y cultural del país, sobre todo del litoral mediterráneo y los archipiélagos, y las ayudas y facilidades concedidas a la inversión privada. No obstante, la crisis energética de 1973 repercutiría gravemente en el desarrollo del sector hasta su recuperación momentánea en la década de los ochenta. Habiendo dado signos de agotamiento a partir de 1989, debido, principalmente, a la masificación, la oferta exclusiva de sol y playa, la falta de infraestructura hotelera, la competencia con otros países mediterráneos, la inflación de los precios, la contaminación y las políticas aplicadas, el sector turístico español comenzó a diversificarse y, actualmente, supone entre el 10 y el 11% del PIB.

Así, el turismo en España goza de plena salud, aunque conlleva una serie problemas que conviene resolver. En cuanto a las áreas turísticas más densas del litoral mediterráneo y los archipiélagos, resulta necesario reestructurar los espacios tradicionales hacia un modelo de mayor calidad y menos impactos negativos (especulación urbanística, invasión de espacios litorales, pérdida de suelo cultivado, sobreconsumo energético, transformación del paisaje, etc.). En cuanto a las áreas turísticas menos densas del interior, conviene hacer frente, tanto en el medio rural como en las ciudades históricas, a los problemas de masificación y saturación, el alza de precios, los procesos de construcción espontáneos, los conflictos con otras actividades y la pérdida de señales de identidad de las sociedades locales. Para ello, el Plan del Turismo Español Horizonte 2020, aprobado en 2007, plantea una serie de medidas, como mejorar las infraestructuras de transporte, romper con la estacionalidad y la masificación de turistas, consolidar la demanda interna, fomentar el turismo rural sostenible, diversificar la oferta, buscar otros mercados potenciales, restaurar el medio ambiente y los paisajes deteriorados y promocionar el turismo cultural y deportivo.

BIBLIOGRAFÍA

AGUILERA ARILLA, M. J. ET AL. (2009): Geografía General II. Geografía Humana, Madrid, UNED.

AGUILERA ARILLA, M. J. ET AL. (1992): Ejercicios prácticos de Geografía Humana, Madrid, UNED.

GEORGE, P. (DIR.) (1991): Diccionario Akal de Geografía, Madrid, Akal.

GIL OLCINA, A. ET GÓMEZ MENDOZA, J. (COORDS.) (2009): Geografía de España, Barcelona, Ariel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario